El vino en el Antiguo Egipto

Egipto es reconocido por la historia como uno de los primeros productores de vino, gracias al generoso río Nilo, su clima soleado y su avanzada cultura egipcia. Si bien, la vid no es una planta nativa de esta región (existen hipótesis que apuntan a una posible importación de la vid desde Canaán. Con ella se trajo también las técnicas necesarias para la elaboración de vino en el Antiguo Egipto, pues al principio, los mejores vinos consumidos por los egipcios provenían de esta tierra). Fue durante el período arcaico, cercano al 3.000 a.C. que los egipcios de la nobleza comenzaron a cultivar sus propios viñedos y contaban con bodegas bien elaboradas.

Importancia del vino en el Antiguo Egipto

 

A pesar de que los antiguos egipcios producían y consumían una variedad de vinos compuesta por frutas locales, diversos jeroglíficos encontrados demostraron la especialización profesional sobre la vitivinicultura que existía en ese momento, revelando la importancia del vino en el Antiguo Egipto. También se descubrió que esta actividad requería de una alta organización y conocimientos técnicos, haciendo distinguido el oficio del vino. Existen datos de la existencia de un Jefe Viticultor (similar al enólogo en la actualidad), Copero Real, Encargado de la Poda, entre otros cargos en la profesión del vino.

Actividad vinícola del Antiguo Egipto

Al analizar la actividad vinícola del Antiguo Egipto, encontramos ciertas similitudes con la industria del vino de hoy en día. Existía un funcionario real con la tarea de supervisar y garantizar la localidad del origen, el productor y la calidad del vino, datos descritos con sumo detalle en las ánforas. Incluso, se tiene conocimiento de diversas marcas comerciales de vino conocidas en el Antiguo Egipto.

En principio estos eran vinos tintos, a excepción de los reconocidos vinos blancos de Maryut, próxima a Alejandría. Los mejores se producían en el bajo Egipto y, tan grande fue su fama que incluso los romanos, dueños de un exigente paladar y una gran producción de vinos, tenían en alta estima los vinos producidos en el brazo canópico del Nilo, donde se mantiene la producción.

Además, contaban con un riguroso sistema de clasificación para la calidad, encontrando desde “vinos para alegrías” (siendo la categoría más baja. Probablemente haya sido el tipo de vino más común en las fiestas para honrar a los dioses), hasta los vinos nfr-nfr-nfr, que quiere decir ‘tres veces buenos’, siendo este el vino de más calidad.

El vino en el Antiguo Egipto

Bebida de nobles y adinerados

A causa del creciente protagonismo de la vid y el vino en una gran cantidad de representaciones artísticas que han perdurado hasta nuestros días, es muy fácil poder obtener una idea aproximada acerca del alcance del consumo de vino en el Antiguo Egipto. Sin embargo, la bebida tradicional de los egipcios era la cerveza que se encontraba al alcance de todos y su elaboración era mucho más sencilla. Esto ubica el vino en un estrato más alto, siendo propio para las personas nobles y adineradas, y en algunos casos, de quienes aspiraban llegar a serlo.

Sin embargo, la gente común contaba con muy pocas oportunidades para degustar la bebida de sus señores: para ese entonces, el vino tenía ciertas aplicaciones medicinales y era un elemento indispensable tanto en las libaciones como en las ofrendas religiosas. Por supuesto, también se incluía en el momento más importante en la vida del egipcio: su viaje hacia la vida eterna.

El vino como provisión funeraria de los egipcios

Todo aquel egipcio que estaba en las debidas condiciones, agregaba ánforas de vino entre sus provisiones funerarias. Incluso, llegó a tomarse como norma el llevar al menos cinco tipos de vinos para llevar alegría al más allá. Así también, en las pinturas encontradas en las tumbas de los faraones, ricos y nobles, el tema de la ofrenda de vino a los dioses resultaba bastante frecuente. También se veía con frecuencia los distintos pasos aplicados en la producción de vino (tener un viñedo daba mucho prestigio), todo esto sin dejar a un lado su degustación en fiestas y banquetes.

Si observamos el panteón egipcio, notaremos la presencia de varios dioses egipcios que guardan una estrecha relación con el vino. De acuerdo con las crónicas de Osiris, dios del más allá y de la resurrección, la renovación, los cultivos y el vino, fue el primero en degustarlo y en enseñar a los hombres sobre el cultivo de la vid y el proceso de la vinificación.

Así también, la diosa Hathor, quien fungía como protectora de las cosechas, la música y danza, la fertilidad y la ebriedad, era adorada por sus devotos, quienes organizaban multitudinarias celebraciones anuales en sus centros de cultos. Estas iban acompañadas de gigantescas libaciones y borracheras, junto con rituales de peregrinos y el clero. Así como estas fiestas, a la terrible diosa Sejmet, también le realizaban diversas celebraciones para minimizar su ira y adquirir su protección y favor.

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