Hoy en día la cultura del vino se encuentra fuertemente arraigada en nuestra sociedad. No obstante, para lograr llegar a un nivel de comercialización que tiene hoy en día el vino, han transcurrido muchos siglos. En la actualidad, cada mes se venden millones de litros un país a otro con el único propósito de satisfacer el insaciable gusto de los amantes del mosto de uva fermentado. Para lograr tal hazaña, los fenicios y el vino tienen mucho que ver en esta historia, pues fueron los primeros en exportar el vino a nuevas.
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Más allá de las fronteras
Aun cuando a ciencia cierta se desconoce el origen preciso del vino, gran parte de los historiadores han concordado en que esta apareció durante el Neolítico o Edad de Piedra. Entre las evidencias arqueológicas encontradas, la más antigua que se conoce tiene una data que se aproxima a los 5.400 a.C. Sin embargo, a pesar de haber sido una bebida para disfrutar, nunca fue tomada en cuenta como un insumo con atractivo comercial más allá de las fronteras. Esto cambió por completo cuando los fenicios tomaron la iniciativa de llevar este delicioso néctar a otras orillas.
Los fenicios integraron una antigua civilización que ocupó la geografía existente en lo que hoy en día se conoce como Israel, Líbano, Palestina y Siria. Anteriormente, la región también fue conocida como Canaán. Entre el 1550 y el 300 a.C. este pueblo logró tener una gran influencia en el transporte del fermentado entre diferentes naciones. Debido a su concepción del potencial de venta que posee el vino, lograron desarrollar no solo un sistema, sino también una cultura comercial en torno al vino.
Excelentes comerciantes
La cultura fenicia destacaba por sus grandes capacidades para realizar comercio marítimo. Esto lo lograron en parte gracias a su locación en las costas del mar Mediterráneo. Debido a ello alcanzaron ser el mayor proveedor de vino del antiguo imperio egipcio. Pero eso no fue todo, también exportaron vino a Grecia, Italia y otras orillas del mediterráneo. Incluso, diversos expertos afirman que los fenicios lograron exportar vino a tierras británicas y africanas.
Sin embargo, además de transportar vino, los fenicios se caracterizaban por transportar piedras preciosas, telas, animales e incluso, esclavos. En el caso del vino, este era transportado en ánforas, recipientes de gran tamaño elaborados en cerámica.
Gracias a ello, la viticultura logró expandirse de forma exponencial a lo largo de diferentes naciones. Además, promovió el intercambio de variedades entre las naciones productoras, ampliando el conocimiento y abriendo paso a mejoras en los procesos de elaboración del vino. Los griegos y romanos fueron quienes se vieron más influenciados por este movimiento, logrando adquirir mucha información acerca del cultivo de la vid. Incluso, investigadores han demostrado que muchas variedades europeas son de origen fenicio.
Influenciadores de la vitivinicultura
Fue este impulso de los fenicios lo que ayudó a la expansión del vino, haciendo más grandes a los productores y comercializadores de esta bebida. Incluso, llegaron a controlar casi todo el comercio internacional del vino y sus mercados. Incluso, se cree que los fenicios llegaron a tener una directa influencia con el desarrollo de la vitivinicultura en Francia.
Se dice también que los fenicios tenían la capacidad de planificar sus viñedos, basándose en un favorable y determinado clima y según la condición o el tipo de suelo. Esto les permitió producir una gran cantidad de variedades de vino, yendo desde el vino simple hasta una bebida muy similar al vino griego Retsina.