ruta del vino menorca

Vinos de monasterios famosos

Los vinos de monasterios son famosos en todo el mundo. Destacan por la calidad de sus uvas, la tradición enológica heredada de los primeros monjes y monjas especialistas en la preparación de vinos, y variedad de elixires para todos los gustos.

Las abadías fueron los primeros en distribuir vino durante la edad media. Primero como tratamiento médico y después como producto, casi obligatorio, para la comunidad y siervos de Dios.

¿Quieres saber qué esconden estos vinos? ¿Por qué son tan populares? Te contamos la historia de los vinos de abadías y cuáles son los vinos de monasterios famosos para que acompañes tu comida o sirvas una copa de zumo de uva.

Historia de los vinos de monasterios y abadías

El primer registro del vino de monasterio se sitúa en Europa, específicamente en Francia e Italia, en la edad media.

Los monasterios comenzaron a producir vino macerando las plantas e infundiendo en alcohol las uvas con fines medicinales.

Durante este tiempo el agua que se tomaba era de mala calidad. Fuente de enfermedades e infecciones. De hecho, la peste alcanzó su punto más alto, extendiéndose por toda Europa.

Los monjes encontraron en la destilación de fruta y fermentación de vino a una bebida rica en sabor y en propiedades. Sustituyó, rápidamente, al agua y se promocionó como una fuente de nutrientes, ideal para el bienestar general y tratamiento anti-epidemias.

Sin embargo, no sería hasta el siglo XVIII cuando el elixir a base de uvas se comercializaría por Francia e Italia, teniendo como principal proveedor a los monasterios.

Ganó popularidad gracias al mensaje que usaban las abadías para promocionarlo: era la sangre de cristo. Básicamente, una bebida divina y milagrosa.

Fue tal el punto de auge del vino, que hasta los musulmanes se atrevieron a consumirla, posicionándose como una bebida de culto general, tanto para celebraciones, como para acompañar almuerzos y cenas.

Para el tiempo en que los monasterios se convirtieron en los principales productores, la iglesia aconsejó su consumo y pasó a formar parte de las liturgias cristianas.

Entre los monasterios que encabezaron la producción y venta de vino, destacamos las órdenes de los Benedictinos y Cistercienses. Sus viñedos fueron los más influyentes de la historia de los vinos de monasterios.

De hecho, San Benito, el fundador de la orden de los Benedictinos, instauró una ‘Regula Monasteriorum’ donde se incentivaba a tomar una copa de vino al día.

Vinos de monasterios famosos que comprar

La relación de los monasterios, los viñedos y el buen vino es estrecha y muy especial. ¿Deseas probar alguna de estas bebidas? Te recomendamos las más famosas.

Vino tinto toscano Borbotto

Se trata de un vino tinto de color rojo bermellón, preparado con uvas de buena calidad, como: Sangioveto, Malvasia Nera, Canaiolo y Merlot. Se extrae de los viñedos ubicados en las Colinas del Casentino y es producido por los monjes Camaldolesi. La técnica enológica es de las más refinadas jamás creadas en monasterios: se crían durante 12 meses en los barriles de madera de la abadía toscana.

Vino blanco Toscano Farnetino

Este vino también procede de las colinas del Casentino a cargo de los monjes de la Camaldoli. Las uvas utilizadas son Trebbiano y Malvasia, dejándose envejecer en cubas inoxidables. Se trata de una bebida de color amarillo, con aroma fresco a frutas blancas y gusto vivaz. Es perfecto para acompañar platos con verduras y pescado.

Vino passito Toscana Borbotto

La traducción de este elixir de uvas es: ‘vino de pasas’. La técnica enológica empleada consiste en secar los racimos de uvas sobre esteras de paja al sol y después fermentar. Las frutas quedan tipo pasas y por eso es que obtienen el nombre. Es un vino de postre delicioso, perfumado, agradable a las papilas gustativas y compañero de tartas caseras. Es originario de los viñedos de los monjes Camaldolesi en Sangiovese.

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Vino Coenobium Ruscum blanco Vitorchiano

Si quieres probar un vino blanco equilibrado, ideal para maridaje de almuerzos sabrosos, te recomendamos este elixir originario de la abadía de las monjas trapenses de Vitorchiano, una orden cisterciense ubicada en la ciudad de Vitorchiano, Lazio, Italia. Las uvas usadas son de buena calidad: Malvasia, Trebbiano, Gerchetto y Verdicchio,

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