Entre los vinos franceses uno de los más destacados es el Viognier. Esta es una variedad de germinación precoz y un período medio de maduración. Su cultivo amerita de climas cálidos y muy soleados. Si el suelo es granítico, el resultado suele ser mucho mejor.
La cepa muestra un pámpano con porte horizontal. Sus racimos se aprecian compactos y de escaso tamaño. Las bayas poseen una forma esférica, tamaño medio y dotados con un coloración verde-amarilla. El mosto obtenido contiene un alto contenido en azúcares y puede ofrecer una muy baja acidez.
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Historia del vino Viognier
Esta variedad de uva blanca estuvo muy cerca de extinguirse. A finales de 1960 solo existían 16 cultivos de esta variedad de uva blanca. Hasta el momento su origen era incierto. No fue sino hasta inicios del siglo XXI que la variedad logró un pequeño florecimiento a nivel mundial.
La razón se debe en que, a pesar de ser una cepa difícil de trabajar, cuenta con un potencial increíble para elaborar vinos finos. Incluso, dado su constante auge muchos la han catalogado como ‘el próximo chardonnay’.
En la actualidad, esta uva se cultiva más allá de Francia. Países como España, Italia, Suiza, Grecia, Estados Unidos, Austria, Australia, Canadá, México y Chile cultivan esta uva en algunas de sus zonas. Este último lo hace con una propuesta interesante de Viognier.
Características del vino Viognier
En concreto, la Viognier es una uva perteneciente a la variedad Vitis Vinisfera. Diversas teorías apuntan su origen a la región que actualmente pertenece a Croacia. No obstante, ha sido difícil conocer a la perfección su origen. Estas uvas suelen ser muy difíciles de cosechar y, cuando no se obtienen en el momento justo, su resultado es impredecible. Pero a pesar de ello, hay un creciente interés a nivel mundial que refleja el interés por esta variedad.
Los vinos blancos Viognier suelen caracterizarse por su alto grado de alcohol con una muy baja acidez. Su color es amarillo dorado. En nariz, se encuentran aromas florales y frutales muy intensos, elegantes y complejos. En los aromas más concentrados se puede apreciar un toque de miel. Al degustarlos, se siente untuoso y complejo, bastante glicérido con un final largo. Es un vino que se acostumbra a consumir durante los primeros años para apreciar al máximo sus cualidades.
El vino Viognier también se le conoce como: Vionnier, Viogne y Galopine.
Aroma y sabor del vino Viognier
Los vinos obtenidos de la uva Viognier muestran aromas dulces y delicados. Al momento de degustar, resultan sorpresivamente secos, pero con cuerpo. Por otra parte, no solo se usa como base para vinos blancos muy buenos, sino también como base de vinos dulces de cosecha tardía, ofreciendo complejidad y buen gusto al paladar.
En su degustación se encuentran notas de vainilla, albaricoques, peras, manzanas, magnolias y otras frutas suaves y dulces. También se encuentran notas florales, frutales con mucha intensidad, una acidez bastante agradable al paladar sin llegar a ser agresiva. Un vino con mucho equilibrio.
Con qué acompañarlo
El Viognier es el perfecto aperitivo para las reuniones. También es propicio para acompañar pescados asados, mariscos o una suculenta ensalada mediterránea.
En cuanto a los vinos blancos jóvenes de Viognier, tienen un excelente maridaje con quesos fuertes y platos asiáticos picantes. Aunque también pueden maridar con carnes blancas a la brasa, pescados y crustáceos
De igual forma, es un placer degustar una copa de Viognier con comida asiática, como la thai o china. Con platos mexicanos con pollos también hace buen maridaje, al igual que con quesos madurados.
Esto se debe a que, por lo general, la mayoría de los vinos Viognier son aromáticos y suntuosos. La mayoría de estos vinos son jóvenes y no suelen pasar de los 7 años, por lo que es recomendable revisar muy bien antes de comprar una ‘reserva’ de esta cepa.